Para que me sirve ahora un jardín de rosas, por…

Un cuestionamiento recurrente en Ciencias de la Computación es la expresividad de un Lenguaje de Programación. En un contexto más general se discute sobre los límites de los distintos modelos de computabilidad, en categoría en que caen los primeros, pero también a parecen dispositivos y máquinas abstractas, a saber como por ejemplo, la clásica Máquina de Turing reconocido como uno de los modelos computacionalmente completos, su creador Alan Turing, lógico matématico Británico de la primera mitad del siglo XIX, se propuso explorar los confines de la noción de calculabilidad y fundamentalmente establecer que realmente significa calculable. A lo largo de la historia de la humanidad yacen diversas observaciones que en conjunto han ido moldeando este concepto, pero dicho concepto no tomo forma sino con la contribución de Turing. Hago hincapié en que Turing fue un lógico matemático ya que en su época no existían nuestro ya familiares computadores personales. Él junto a muchos otros como el físico John Von Neumann concibieron lo que hoy se ha trasformado en un Gadget cotidiano e indispensable en nuestros quehaceres. Lo impresionante es que esta grandiosa construcción nace de la observación del humano y sus diversos procesos analíticos, después de todo es una aproximación ajustada de lo que somos, o mejor dicho, de lo que bien creemos es nuestra mente y conciencia.

Lo anterior es un referente bajo el cual la inteligencia colectiva ha desarrollado y modelado la automatización y representación de lo que es computación o mejor dicho el aún más primario concepto de cálculo. Este no es el único enfoque, con cierto grado de paralelismo y quizás emanando de otras comunidad científicas se ha desarrollado el enfoque lingüista, que a mi entender sigue siendo la perspectiva más compleja de las dos. Si pensamos por un minuto, en el desarrollo de los distintos lenguajes naturales, y su implementación fonética a lo largo de las distintas civilizaciones, nos encontramos con una fenomenología admirable y que nos pone por delante un sinfín de interrogantes. Lingüistas como Noam Chomsky han capturado muchas de las estructuras subyacentes a lo largo de estos lenguajes naturales, tanto es así que esta observación han permitido la generación de lenguajes formarles, aquellos lenguajes formales que llamamos hoy lenguajes de programación y que en definitiva nos permiten comunicarnos con aquellos constructos desarrollados por Turing y Von Neumann. Es impresionante como estos enfoques convergen e interactúan, relación que sigue fructiferan al correr de los años.

Lo anterior no es el fín de un desarrollo, a mi entender es sólo el comienzo de lazos entre estas dos columnas conceptuales que pretenden emular lo que nuestra prodigiosa mente humana ejecuta con asombrosa tranquilidad. Me quedan y motivan algunos puzzles que al día de hoy no he visto que hubiesen sido formalizados, ni emulados asertivamente en estos enfoques. Cómo podríamos programar el significado de  algo paracido a lo que ocurre en el siguiente contexto tan propio de en un lenguaje natural:

Contexto: Un regimiento austriaco en medio de la segunda guerra mundial regresa del frente derrotado, a lo largo del camino cantan y tararean una canción que guarda un secreto:

¨Para que me sirve ahora un jardín de rosas, por donde otros han caminado…¨

¿Qué quieren decir con esta frase? ¿A quienes cántan? Claro, no hay muchas interpretaciones, ellos cantan a sus novias que después de años y meses con ellos en el frente han encontrado un nuevo amor.

Quizás lo confuso ahora, es que es lo que quiero decir, bueno, no espero decir demasiado, sólo enfatizar el hecho de que a partir de este ejemplo, percibo que la ductilidad de los lenguajes naturales es casi insoslayable por un lenguaje formal, o mejor dicho aquellos conocidos hasta ahora. Aquellas líneas nos dicen y señalan que desde el diseño del script, el significado es primario, realza  el como se diga. En definitiva, veo algo optimo en nuestros lenguajes naturales que creo aún no se ha modelado en el contexto de lenguajes formales, quizás un intento cercano a esta acertividad ya exista en aquellos lenguajes de programación funcional!